Iniciamos la ruta en sentido contrario según el cuaderno de senderos de la Safor, publicación gratuita que se puede solicitar en las oficinas de información y turismo de la Safor.
Restos del castillo íbero.
En este punto (La Fuente de Cantus) perdimos el rastro del sendero, hay bastante vegentación. Nada, un pequeño rodeo y de vuelta al camino.
Ese desvío nos sorprendió con esta bella imagen.
Tavernes de la Valldigna
La cara de satisfacción después del bocata.
Un consejo: llevar unas buenas plantillas.
Caprichos de la naturaleza.
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